Más conciencia ciudadana

Bien es verdad que muchas barreras arquitectónicas se han eliminado pero no todas las necesarias. Hay que empezar por borrar todas las barreras así como los prejuicios y miedos al enfrentarnos a una persona discapacitada ya sea física o psíquica. El primer impedimento está en nuestro interior, cuando consigamos hacer desaparecer nuestra barrera psicológica las personas discapacitadas
habrán conseguido superar el primer, más duro y fuerte hándicap que tienen en la vida.


Pero eso no será suficiente, habrá que seguir luchando para que estas personas tengan las mismas oportunidades en la vida. Son igual de capaces que cualquier otra persona, le puede costar un poco más llegar al final del camino, pero el resultado puede ser igual o mejor en muchos casos.
Y en Torrelodones aún hay mucho que hacer y mucha gente lleva años luchando para que algún día estas personas puedan valerse por sí mismas y se les mire con el mismo cristal que a las demás.
Muchas palabras bonitas por parte de nuestros políticos, pero los resultados no se ven, y eso es lo que realmente cuenta. Muchas aceras tienen un sinfín de obstáculos para la gente con movilidad reducida por lo que es una odisea ir de un sitio a otro; árboles, aceras rotas, bordillos altos… son sólo algunos ejemplos. El casco urbano está algo habilitado para ellos, pero como te salgas un poco a las calles colindantes otra vez comienza la lucha…
Tras años de disputa y de quejas, al fin, la piscina municipal tiene un acceso que cumple la normativa. Las barandillas dejaban mucho que desear y la rampa, mejor ni hablar, tenía mucha inclinación, lo que suponía un peligro; ahora por suerte la rampa ya está dentro de la ley pero ha habido que esperar para poder cumplir la normativa.
Como decimos, tras una temporada cerrada por fin la piscina municipal ya está abierta al público. Tanto la espera como los traslados a otros municipios cercanos para poder realizar tanto la rehabilitación como la práctica del deporte han merecido la pena. Ya todos los usuarios pueden disfrutar de unas mejores instalaciones, seguras, renovadas, en condiciones higiénicas sanitarias y con sistemas de ahorro de energía, y lo más importante de todo, cumpliendo las normativas vigentes.
La lucha por conseguir una mejor accesibilidad en la piscina es solamente un ejemplo del afán de lucha, esfuerzo, tesón y trabajo de las personas discapacitadas y de todo su entorno más directo.
Tenemos que aunar fuerzas para que consigan todos sus objetivos, por lo que vale ya de compasión y pongámonos todos manos a la obra.