Miércoles 23 de abril de 2014
Parece que todos los municipios de la comunidad madrileña no son como el que preside Alberto Ruiz Gallardón, que en plena crisis, en plena recesión, en pleno desplome de las economías domésticas tiene la desfachatez de subir un veinte por ciento el sueldo de los altos cargos. Porque la capital, en lugar de dar ejemplo de austeridad, presume de boato innecesario a cuenta de que los Juegos Olímpicos de Dios sabe qué año se celebrarán en sus instalaciones, aunque dudosamente serán inaugurados por el actual inquilino del palacio de La Cibeles. Y tras el resultado de las elecciones en USA, Chicago tiene más probabilidades que Madrid. Vamos, que Obama seguro que pinta más, que influye más, que convence más que don Alberto.
Nuestro ayuntamiento, que no el de la capital, está elaborando un plan de ajuste presupuestario para hacer frente a lo que vendrá. A lo que está por venir, dado que también las arcas municipales se verán severamente afectadas por la falta de liquidez de muchas empresas, sobre todo del gremio del ladrillo, que han quebrado, como se decía en el antiguo lenguaje coloquial. Y en el plan de ajuste se contempla la congelación de sueldos de todos los cargos públicos electos y de confianza.
En los tiempos que corren, cuando el Gobierno se va a gastar una millonada en ayudar a las entidades bancarias cuyos consejos de administración ganan “una millonada”, no está mal dar ejemplo y no como otros que últimamente salen en las portadas por gastarse cientos de millones en el tuneado del Audi oficial, en arreglo del despacho y demás excesos que muchos políticos realizan no con el dinero de su bolsillo, sino con el dinero de los contribuyentes.
Está claro que de esta crisis, de este crack, de esta depresión, que aún no ha comenzado, no levantaremos cabeza con actitudes como la del alcalde de la capital, como la del Presidente de la Xunta, como la del Presidente del Parlamento Catalán… De esta crisis sólo se sale trabajando más, produciendo más y mejor, invirtiendo en I+D, y, en definitiva enriqueciendo nuestro Producto Interior Bruto, cuya mala calidad nos ha hundido en una depresión mayor que la europea. Tenemos el doble de absentismo laboral que en Europa. Tenemos el doble de coches oficiales que Estados Unidos. Tenemos destrucción del empleo mientras en Europa crece el empleo.
Esperemos que, por lo menos en Torrelodones, las medidas que pone en marcha el equipo de gobierno no arruine a las empresas proveedoras, suministradoras, como ya está pasando en muchísimos municipios andaluces, por ejemplo.
Noticias relacionadas