Miércoles 23 de abril de 2014
La labor de poda de los jardines privados está provocando imágenes como la de la fotografía. Bolsas repletas de matojos que se pasan semanas junto a los contenedores a la espera que el camión de recogida haga el favor de acarrear con ellos.
El problema debe ser que los empleados sólo están obligados a conducir los contenedores a las guías del camión, y pasan de recoger las bolsas amontonadas sobre la acera. Si los vecinos llenan los contenedores con dichas bolsas, seguro que no hay sitio para el resto de los residuos. Está claro que algo falla.