La fama ha crecido en Torrelodones con un masivo aperitivo los días 24 y 31 de diciembre. A lo largo del casco urbano, los diferentes bares convocan a su puerta un encuentro con los vecinos para un brindis prolongado hasta bien entrada la tarde. El final no es tan lucido como su inicio y por ello, para evitar el “paisaje residual” que afea la fiesta se han preparado algunas medidas para revertirlo.
El Ayuntamiento por su parte colabora colocando varios contenedores extras en este recorrido. Y por otra parte, el Vaso Verde como iniciativa local, ha negociado directamente con algunos hosteleros para que autogestionen 3.000 vasos reciclables. En este caso, los hosteleros apuestan por reducir residuos y evitan los riesgos del cristal. El Vaso Verde también dedica una persona para recuperar cristal del suelo y repartir colgadores para los vasos reciclables. La apuesta es divertirse y colaborar todos por el medio ambiente. Es un paso que no tiene retroceso.