Impuestos en tiempos de crisis

Los impuestos más cercanos, los municipales, son lo que siempre podremos discutir con los gestores porque los tenemos más cerca. Siempre será más accesible saludar al concejal del pueblo, al alcalde incluso, que al parlamentario que se sienta en la Cámara Baja y legisla desde la distancia, la altanería y la ignorancia de los hombres que tienen que sudar la camiseta para llegar a fin de mes. Y si se trata de un comercio, de un comercio en un municipio pequeño como Torrelodones, pues mucho más.

A veces, los políticos que gestionan las arcas actúan a destiempo y aplican, aprueban, tasas que dada la actual coyuntura económica no son de recibo. La ventaja de este municipio es que a diferencia de la capital, de un día para otro se puede llegar al convencimiento de que ha sido un error aumentar un cincuenta por ciento, por ejemplo, lo que se cobra a los bares por la utilización en la vía pública de mesas y sillas. La alarma en el sector hostelero ha sido inmediata ya que algunos han hecho frente a las nuevas tasas, a pesar de que se prometió que se mantendrían las del pasado año. Al parecer, la promesa formal es que ha sido un grave error que se va a subsanar en el próximo pleno municipal y devolverán el incremento a los establecimientos que ya han hecho frente al impuesto.

Esta solución, hasta que el último empresario no haya recuperado el exceso de impuesto, va a dar problemas y seguro que habrá algún retraso burocrático, pérdida de tiempo y molestias para que la situación quede tal como se prometió. Habría que exigir a los que gobiernan que en estos tiempos de crisis reconocida tuvieran más celo a la hora de recaudar.

Viene tiempos muy complicados, muy difíciles y no es momento de cobrar más a los de siempre. Es momento de apretarse el cinturón, también los que nos gobiernan.