Mariano Esteban, un torresano en lucha contra el SIDA
INVESTIGADOR DEL CENTRO NACIONAL DE BIOTECNOLOGÍA
miércoles 23 de abril de 2014, 12:06h
Add to Flipboard Magazine.
|
Su chalet lleva el nombre de Vaccinia, según cuenta Mariano “en honor a la primera vacuna que se desarrolló para erradicar la única enfermedad que hemos conseguido eliminar del planeta: la viruela.”
|
Es muy conocido en los círculos internacionales de investigación científica, pero últimamente su nombre resuena en todos los medios, tanto en prensa como en radio y televisión. El motivo es que la vacuna contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del SIDA, que investiga bajo su dirección el laboratorio del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) comienza este enero la Fase I de ensayo clínico, es decir, se va a probar en humanos.
Es la primera vez que una vacuna contra el VIH/SIDA llega a este nivel en España. Hemos charlado con él sobre el significado y la repercusión de este avance en su chalet de Torrelodones, donde, acompañado por su mujer Mª Victoria (técnico especialista de su laboratorio) y de sus hijos, Julia y Jorge, afirma sentirse un privilegiado.
A pesar de sus numerosos reconocimientos (es miembro de la Real Academia Nacional de Farmacia, así como de prestigiosas sociedades internacionales), es un interlocutor humilde y cercano. Natural de Villalón de Campos (Valladolid), de su familia farmacéutica le viene la curiosidad por la elaboración de recetas y pomadas, que acabó siendo su trabajo y su pasión: “Desde siempre me ha preocupado y ha sido mi deseo el tratar de curar y corregir enfermedades”. Tras trabajar 22 años en el extranjero, principalmente en Nueva York, volvió a España para dirigir el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) en el año 92, y desde entonces se afincó en nuestro municipio porque le gustó la zona y aquí reside parte de su familia. Del pueblo le gusta lo que a todos: estar con la familia, dar paseos por el campo, tomar unas cañas en la plaza...
Háblenos de su descubrimiento
Una vacuna eficaz desarrolla una respuesta inmunológica en el organismo, que le protege cuando es infectado por el patógeno contra el que va dirigida. Esta respuesta inmunológica se traduce bien en producción de anticuerpos que bloquean al patógeno o bien en activación de linfocitos citotóxicos que destruyen la célula infectada. Hasta el momento la comunidad científica no ha conseguido una vacuna eficaz frente al VIH. Las investigaciones de mi equipo en el CNB han consistido en el desarrollo de unos prototipos de vacuna que básicamente cumplen con los postulados deseados, y hemos demostrado su eficacia en ensayos preclínicos en modelos animales desde ratón a mono. Es decir, induce una respuesta inmunológica amplia en el organismo, que podría ser eficaz contra la infección. Esto nos ha permitido dar el paso siguiente que es llevarlo a fase clínica, a humanos. Este ensayo lo iniciamos en enero en los hospitales Clinic de Barcelona y Gregorio Marañon de Madrid, con 30 voluntarios sanos a los que se les va a administrar tres dosis de la vacuna.
¿Cuándo sabremos si es o no eficaz en humanos?
Durante un año se seguirá la evolución midiendo la seguridad y analizando qué tipo de respuesta inmunológica induce en los individuos vacunados. Si el ensayo fuera satisfactorio, lo llevaríamos a la fase II de ensayo clínico, que involucra a un mayor número de voluntarios sanos, unos cientos, y luego a la fase III, con miles de voluntarios sanos. También estamos planificando – aunque hay que conseguir la financiación – realizar un ensayo clínico con voluntarios afectados con VIH. Las distintas fases clínicas pueden prolongarse unos 10 años.
¿Qué repercusión tiene su investigación para la sociedad?
Tenemos un compromiso muy grande a nivel mundial que es contribuir a controlar una de las pandemias más severas que ha afectado a la humanidad, el SIDA. Desde que aparece la epidemia, en 1981, hasta el momento presente han muerto 25 millones de personas, aproximadamente 3 millones de personas al año. Y la infección continúa, es predecible que en 2015 tengamos más de 60 millones de personas infectadas. Hay países, sobre todo en África subsahariana, donde la mortandad es enorme, llega hasta a un 60 % de la población. Estamos ante una tragedia mundial. La única vía que tenemos para controlar su avance es mediante la vacunación.
¿De dónde viene la financiación?
Mi equipo empezó el desarrollo de la vacuna actual hace unos 10 años como parte de un programa financiado por la UE. Obtenemos la financiación de distintas organizaciones nacionales e internacionales, empresas y fundaciones. La consecución de una vacuna conlleva un esfuerzo multidisciplinar, ni un grupo de investigación por sí mismo ni un país solo va a conseguir el objetivo final. Estamos comprometidos toda la sociedad, los gobiernos, las fundaciones, el sector empresarial, la industria farmacéutica, las ONG... Es un esfuerzo de todos, aquí no hay distinciones políticas.
¿Por qué cree que es importante este paso para nuestro país?
Es importante llevar a cabo este ensayo aquí porque España debe participar en este objetivo de lograr una vacuna contra el SIDA como país industrializado y por el compromiso que tenemos con todos los países menos desarrollados. Además, España sigue ocupando el primer puesto de la UE en número de infecciones por VIH. En cuanto a la investigación de la vacuna, es la primera vez que se llega a este nivel en España. Estamos en la misma posición que otros países, usando distintas estrategias.
¿Qué le hace falta a España para avanzar en investigación?
En España cada vez somos más conscientes del beneficio de la investigación, y la única manera de que el país avance es mediante la investigación, innovación, generación de conocimiento y transferencia del sector productivo. Necesitamos que los jóvenes se incorporen a la investigación científica y ofrecer las condiciones adecuadas para poder hacer ciencia de excelencia. Si queremos que España sea una potencia con futuro, tenemos que invertir en investigación y en la gente joven, que es donde está el porvenir. Tenemos universitarios muy buenos y es una tragedia que estamos perdiendo a muchos de ellos porque no se les apoya lo suficiente. Sin investigación no hay futuro.