23 de abril de 2024, 9:13:34
Reportajes


Historia de Las Rozas: La Presa del Gasco y el Canal de Guadarrama

Por Mabel Cazorla


A finales del siglo XVIII el ingeniero francés Carlos Lemaur recibió el encargo del Banco de San Carlos de construir un canal navegable desde el río Guadarrama hasta el Atlántico pasando por Madrid, Aranjuez, La Mancha y Sierra Morena. Tendría que haber conectado los cursos de los ríos Guadarrama, Manzanares, Tajo y Guadalquivir y ser el asombro de la época, pero nunca llegó a finalizarse. Hoy, lo que se llegó a construir de este proyecto es visita obligada para quienes quieran conocer un poco más acerca de la historia local.

Carlos Lemaur hizo todos los cálculos, firmó el proyecto un 7 de noviembre de 1785 y dieciocho días más tarde fallecía. No fue un arranque muy halagüeño para esta magna obra de ingeniería, que comenzó en 1787 con un presupuesto de 180 millones de reales y que tendría dos partes: la Presa de El Gasco, una imponente construcción que debía actuar como embalse regulador del Canal y que, con una vertical de 93 metros, habría sido la presa más alta de la época; y 771 kilómetros de canales con un desnivel de 800 metros.

En 12 años de obras se acumularon los sucesos: desde problemas económicos del Banco San Carlos a una epidemia de paludismo que mató a muchos trabajadores. Así que, cuando el 14 de mayo de 1799 una fuerte tormenta derrumbó parte del muro meridional de la Presa, el proyecto se fue al garete.

Quedó lo que se había construido hasta el momento de la Presa, una impresionante obra de mampostería de granito de 53 metros de altura y 251 metros de longitud, con una anchura de 72 metros en la base y cuatro metros en la parte superior. Y los primeros 27 kilómetros de canales, que discurren en su práctica totalidad por Las Rozas hasta lo que hoy es el cementerio antiguo. Hoy en día se conserva de ellos el tramo de la Presa del Gasco a Las Matas, pero de ahí en adelante las urbanizaciones han ido destruyéndolo. Reaparecen, por ejemplo, detrás de la Kodak, donde se pueden ver restos del Canal y un acueducto de mampostería, y en Navalcarbón, aunque ese tramo hace años fue alterado para construir un canal navegable para practicar piragüismo que nos sirve para hacernos una ligera idea de cómo habría sido el Canal del Guadarrama si hubiese llevado agua.

Bien Cultural

Y durante mucho tiempo la Presa del Gasco así se quedó, ‘acostada’ en el vértice entre las poblaciones de Las Rozas, Torrelodones y Galapagar, siendo invadida lentamente por la vegetación y sólo conocida por un puñado de afortunados. Pero hace siete años, con la intención de conservar y poner en valor todo lo que queda de ella los tres ayuntamientos emprendieron las conversaciones para conseguir que se declaren los restos como Bien de Interés Cultural. “Forman parte esencial del rico patrimonio histórico de la localidad. Proteger estos espacios es muy importante para garantizar su preservación y mantenernos en conexión con el pasado histórico de Las Rozas”, recalca Gustavo Rico, concejal de Urbanismo. La localidad lidera el proyecto, para el que se encargaron a una empresa especializada los trabajos técnicos preliminares sobre información histórica, de propiedad y deslindes de los restos. El informe se entregó a la Comunidad de Madrid a finales del año pasado y es ahora la Dirección General de Patrimonio, confirman a MasVive,la que se está realizando el análisis técnico e histórico de la documentación . Están aún en la fase de petición de “información” a los ayuntamientos implicados, con lo que no hay una fecha prevista para que se sepa si se admite o no la declaración Bien de Interés Cultural.

Seguridad

Mientras esto llega, algo que preocupa es la seguridad de quienes visitan estos restos arqueológicos. De momento no han tenido mucha suerte con la Confederación Hidrográfica del Tajo ya que la presa se encuentra en el dominio público hidráulico del Guadarrama.

Mientras se hace algo más, toda precaución es poca. De hecho, el historiador Javier Calvo, que con la Asociación Cierzo organiza habitualmente excursiones a la Presa en colaboración con el Ayuntamiento, nos explica que en sus excursiones “visitamos el arranque del Canal y llevamos a los asistentes hasta un punto desde el que se ve la presa, pero no bajamos. No tiene por qué pasar nada, pero son más de 50 metros de altura sin barandillas”.

A la presa andando

Si quieren conocer la Presa del Gasco, la forma más conocida de acceder es por el Camino del Pardillo, desde Torrelodones, un camino público muy utilizado. Desde Las Rozas, se puede llegar desde Molino de la Hoz. El paseo sale desde las inmediaciones del Colegio Berritz y es el que hace la Asociación Cierzo en sus excursiones con vecinos. Aunque tiene algunos repechos y pendientes moderadas, se suele hacer, de ida y vuelta, en unas tres horas.

Pero hay otros dos caminos. Uno de ellos es el Camino de la Isabela, protagonista de un largo litigio legal sobre su carácter público con los propietarios de los terrenos que atraviesa. Sale desde la calle Cetrería, también en Molino de la Hoz, pero a pesar de ser el más corto para llegar, habitualmente está cerrado por la propiedad.

Y luego hay otro camino “muy largo pero muy bonito” desde Las Matas, que se toma desde la urbanización El Encinar. Es un camino especialmente agradable de hacer en primavera, asegura Calvo, porque en esa zona anidan muchísimas aves. Eso sí, hay que calcular al menos dos horas de ida y otras tantas de vuelta.

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