Enamorados del amor sano

Para entender porque hoy es un día de promoción y explotación comercial del día de San Valentín con todos sus estereotipos en perfecto estado, hay que irnos a la raíz y al origen. Y nos encontramos las leyendas que aún perduran.

Como fiesta pagana, se hacían ofrendas y regalos al dios del amor que para los griegos era Eros y para los romanos Cupido. Pero la versión que da nombre y patrón a este día es la versión cristianizada. La leyenda gira en torno al sacerdote Valentín que desafió la prohibición de casar a los jóvenes soldados en la Roma del siglo III. El emperador no quería que los jóvenes soldados perdieran energía y se centraran en el fin supremo de la guerra. Este sacerdote se hizo santo porque terminó ejecutado el día que le ha dado la fama, el 14 de Febrero. Y su acción clandestina de casar a los jóvenes enamorados, se coronó de `valentía´.

Pues todo tiene varias lecturas y la que más llama la atención es que no aparece por ningún lado la figura femenina en este relato: Eros, Cupido, el Emperador y el valiente Valentín…a lo sumo culpándola ya de `robar la energía a los soldados´. Esto dice mucho de quienes mueven el mundo y quienes nos cuentan la Historia. Por otro lado, aparece la tensión Amor-Guerra que desequilibra lo femenino y masculino, destinados a llenarse de mitos realmente perjudiciales. Cuánto daño hace que en el nombre del Amor haya dominación y sumisión: “quien bien te quiere te hará llorar”, que se enseñe ligado naturalmente al sufrimiento: “morir de amor”, o que te presione hasta tal punto que la máxima de la felicidad sea perder la esencia de uno o una misma: “es mío o es mía”.

Es por todo esto, importante que se celebre el día del amor `sano´ e igualitario, en todas sus formas liberadoras y no opresivas, para recordar que en el nombre del Amor no haya más tragedias ni frustraciones, ni más cuentos que nos vendan.