El nuevo campo de rugby de Torrelodones, proyecto deportivo estrella de esta legislatura, ha generado una polémica por las medidas del mismo ya que, a pesar de no estar construido, ya se ha adelantado que no son reglamentarias para disputar algunas categorías de este deporte.
Lo ha dado a conocer el PSOE, que explica que el reglamento de la Federación Madrileña de Rugby, por el cual se rige la homologación de los campos, fija unos mínimos tanto para el campo de juego, 95 metros de largo y 66 metros de ancho, como para el espacio perimetral de seguridad, 3,5 metros. El proyecto señala que la anchura máxima, contando pasillos laterales, es de 58,9 metros, es decir, le faltan varios metros de anchura para que sea homologable.
“El campo estuvo paralizado simplemente por la falta de menos de medio metro de la distancia de seguridad perimetral, el ancho de campo”, asegura el portavoz socialista, Guillermo Martín, que critica que sólo podrán disputarse en él partidos para menores de 14 años. Además, el PSOE considera que desde el inicio de la andadura del Club de Rugby Torrelodones, “nunca se ha hecho un esfuerzo por homologar el Julián Ariza ni por cederlo ni siquiera como espacio de entrenamiento”.
“Tras cuatro temporadas el Club siempre disputa sus partidos en distintos campos de Madrid”, critican al tiempo que explican que el proceso de homologación del Julián Ariza exigiría una nueva inversión, ya que sería necesario pintar nuevas marcas en el terreno de juego, acrecentar las medidas de seguridad lateral, instalar los palos de rugby y elevar la red de protección de la A-6.
Sobre la posibilidad de disputar partidos fuera de este terreno, los socialistas puntualizan que el Ayuntamiento “no tiene en la actualidad ningún acuerdo con ningún municipio. Es más, ni siquiera existe ningún convenio con el propio Club de Rugby más allá de la de subvención pública de asociaciones de pertenencia a la localidad”, concluye el concejal socialista.
El Club
Desde el Club de Rugby Torrelodones se destaca que contar con un campo donde desarrollar su actividad “cambiaría de forma radical tanto nuestro día a día como la forma en la que encaramos el futuro”. El conjunto explica que todas las categorías entrenan actualmente en un campo de fútbol 6 y casi siempre compartiendo espacio entre varias. “Además de la lógica incomodidad, este hecho provoca que, cuando luego se enfrentan a un terreno de juego grande en sus competiciones, nuestros jugadores tengan un hándicap frente a los del resto de clubes”, añaden.
En cuanto a las competiciones en sí, cuando juegan en casa tienen que alquilar o pedir favores a otros clubes. Consideran que en el actual momento de desarrollo del Club, esta situación “ralentiza nuestro crecimiento, tanto en número de jugadores como en lo que se refiere a la evolución deportiva”.
“Queremos contar con instalaciones donde todas las categorías puedan entrenar en condiciones óptimas y puedan disputar sus competiciones”, explican, al tiempo que aseguran que “cómo lograrlos” no está en sus manos.
No obstante, han asegurado que no quieren entrar en “polémica política” y su interés es contar con los medios necesarios. “Entendemos que el rugby no es la mayor de las prioridades de Torrelodones y que, comparados con los clubes de fútbol o baloncesto de la localidad, somos relativamente pequeños”, añaden.
El TRC es un club donde cada semana entrenan 250 jugadores, cifra que sigue creciendo día a día. “Si queremos crecer necesitamos unas condiciones de entrenamiento y juego a la altura del tamaño que ya tiene el club”.
Desde el Ayuntamiento
Por su parte, desde el Ayuntamiento se especifica que el nuevo campo de fútbol y rugby viene a complementar las instalaciones ya existentes, “no partimos de cero”. “En nuestro entorno hay muchos campos con medidas inferiores al proyectado aquí”, añaden y citan los de Las Matas y Navacerrada. Consideran la polémica “artificial” porque las únicas categorías que no podrán jugar sus competiciones son los senior, los sub-18 y sub-16.
A pesar de ello, el Consistorio pide prudencia y esperar a la finalización del campo para conocer sus medidas sobre el terreno. “Evidentemente no será ningún problema llevar esos partidos al Julián Ariza, que además tiene una grada ideal para congregar más gente”. Ese campo, aseguran, podrá recibir los partidos que no se puedan disputar en el de rugby. “Calculamos que vamos a conseguir 52 horas semanales de sesiones dirigidas de las dos disciplinas y del orden de 1.200 deportistas usándolo semanalmente”, ensalzan.
Asimismo, creen que no es un problema que 60 de esos 1.200 deportistas vayan a un campo que está a 800 metros del nuevo. “Es una polémica artificial lanzada por quien lo único que pretende es notoriedad”, advierten.
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