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Reportaje

El transporte público, en continua mejora
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El transporte público, en continua mejora

miércoles 23 de noviembre de 2016, 18:21h
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Desde mediados del mes de noviembre el Consorcio de Transportes ha incrementado el número de expediciones de una de las líneas de autobuses que cubren el servicio Torrelodones-Madrid, y ha cambiado la cabecera de esta línea para dar servicio a más vecinos de la localidad. Con este cambio y la creación de una nueva parada para autobuses interurbanos en el entorno del paso inferior, se resuelven algunas de las demandas del municipio en materia de transporte público, aunque quedan cosas por resolver, con la vista puesta en que mejorar este servicio también puede ayudar a solucionar otros problemas de movilidad en Torrelodones.

En Torrelodones prestan servicio cuatro líneas de transporte urbano, doce de transporte interurbano y dos servicios de búho, además del servicio de Cercanías, con el paso de dos líneas distintas. Una red de transporte público que supone que la localidad esté conectada permanentemente tanto por carretera como por tren con Madrid pero también con todas las localidades de su entorno, desde las más cercanas, como Galapagar, Hoyo de Manzanares, Las Rozas y Collado Villalba, hasta puntos más alejados de la Sierra del Guadarrama, como El Escorial o Navacerrada.

Pero ¿es suficiente? En el último año sobre todo se ha ido notando un importante aumento de viajeros en los autobuses de Torrelodones. Las cifras son elocuentes, un 26 por ciento más de media en el número de usuarios, según cifras del Consorcio Regional de Transportes, de los autobuses urbanos, lo que supone unos 500 viajeros más al día; y un 6 por ciento en el caso de los interurbanos, unos 1.000 viajeros diarios más. Una buena noticia que se debe a dos factores, explica el concejal de Urbanismo y Movilidad, Santiago Fernández, “porque crece la actividad económica y también por el éxito del Abono Joven”. El concejal explica que “es un incremento absolutamente extraordinario dentro de la Comunidad de Madrid, donde (el número de pasajeros en el transporte urbano) está creciendo a un ritmo de en torno a un 9 por ciento” y adelante que se espera llegar este año a la cifra de 600.000 viajes.

Mejoras en los interurbanos

Desde mediados del mes de noviembre, el Consorcio ha incrementado el número de expediciones de la Línea 613, que da servicio a la zona de Los Bomberos y Área Homogénea Sur hacia Madrid. El incremento ha sido de cinco expediciones más en ambos sentidos en hora punta (de 6.30 a 9.15 horas en sentido ida y de 19.00 a 21.50 horas de vuelta). Además, la cabecera de esta línea, que antes salía de la zona de Los Bomberos, se ha trasladado hasta la calle Huertos, lo que incrementa el número de autobuses que pasan por el Camino de Valladolid hacia Madrid. La otra mejora que se ha introducido es la de una nueva parada junto a la rotonda del paso inferior para dar servicio a las líneas 611, 611A y 612, lo que beneficiará a los usuarios de las urbanizaciones del Área Homogénea Sur.

“Aún no tenemos información suficiente para evaluar si con este aumento será suficiente”, señala Francisco López, técnico de Movilidad, quien recuerda que aún quedan pendientes otras mejoras como “el incremento de frecuencias en los búhos”. También se han pedido más paneles informativos electrónicos para las paradas de autobús.

“El autobús se está convirtiendo en una alternativa real de transporte en Torrelodones y una de las razones es el incremento de puntualidad y frecuencias”, asegura Santiago Fernández. “Siempre tenemos carencias, recientemente hemos hechos ajustes sobre todo en el momento de entrada a los colegios”, explica. De todas, la que más viajeros tiene es la Línea 1, que da servicio al Área Homogénea Sur y el Centro Comercial. Todas las líneas conectan en un recorrido común Pueblo y Colonia y de ahí a las urbanizaciones.

El año pasado, el Ayuntamiento de Torrelodones invirtió 335.000 euros en el transporte urbano, su aportación al convenio que mantiene con el Consorcio y que se financia al 50 por ciento. Lo que cuesta el transporte urbano se calcula por kilómetros recorridos y restando los ingresos por billetes. Es una cantidad “que se ha reducido en los últimos años porque se ha incrementado el número de viajeros y se ha mantenido estable el número de kilómetros”. Con el Consorcio de Transportes hay “un diálogo permanente y muy fluido” ya que es este organismo el que tiene que autorizar “el cambio de líneas y paradas, los horarios, el adelantar alguna expedición por la entrada a los colegios…”

Aseguran Santiago Fernández y Francisco López que los usuarios valoran sobre todo la puntualidad y la frecuencia, que el servicio sea “previsible”, y por eso se trabaja en la movilidad urbana, evitando estacionamientos indebidos y otras prácticas que obstaculicen el paso de los autobuses.

Esto en cuanto a los autobuses. Con el servicio ferroviario la historia es completamente distinta. “Comunicarse con ADIF es prácticamente inviable”, nos confiesan. Con este servicio el problema está, sobre todo, en las instalaciones de la Estación y su mantenimiento, más que en la circulación y frecuencia de los trenes, que no plantea problemas.

Hablar de los transportes en Torrelodones es hablar también de una preocupación que va cogiendo forma en todos los municipios de la zona metropolitana, nos recuerda Santiago Fernández. “Una de las grandes ventajas de Torrelodones es que tiene una comunicación inmejorable con Madrid tanto por tren como por autobús y esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes. La Comunidad tiene que implicarse en la planificación del acceso a la capital porque antes o después pasará que Madrid aplique sus protocolos de contaminación y bloquee el acceso de muchos vehículos privados a la capital. Esos vehículos acabarán aparcando en los nodos de acceso a Madrid y Torrelodones es uno de esos nodos. Ese problema de Madrid se trasladará a los municipios del área metropolitana, pero no hay ninguna comunicación sobre este asunto”, señala.

El Consorcio responde

Hace poco han finalizado los trabajos de estudio sobre todas las líneas interurbanas de la Comunidad de Madrid para proceder a una reestructuración absoluta de las mismas. Lo que se pone en marcha ahora en Torrelodones viene determinado por la adecuación continua que deben tener las líneas a lo que demandan los usuarios, pero además se está llevando a cabo “un trabajo más profundo de reestructuración y modificación de líneas”, explica a Más Vive el gerente del Consorcio Regional de Transportes, Juan Ignacio Merino de Mesa.

“No es algo sencillo, es algo que primero se tiene que trabajar técnicamente y luego compartir con todos los interlocutores sociales -ayuntamientos, partidos políticos en la Asamblea, asociaciones, todos los colectivos que tengan algo que decir en el tema- porque cualquier modificación en el transporte público es muy sensible y hay que hacerla con el mayor consenso”. Ese cambio estará contenido en el Plan Estratégico de Movilidad de la Comunidad de Madrid 2013-2025, nos explica.

Merino de Mesa asegura que la Línea 613 de Torrelodones sobrepasaba ya los niveles de ocupación “que se consideran mínimos para ofrecer un servicio de calidad” y por eso se han incrementado las expediciones, como se ha aprovechado la mejora de infraestructuras para crear una nueva parada junto al paso inferior. “Entendemos que esta va a ser una mejora sustancial. El transporte público, para bien o mal, está sujeto a las limitaciones que establecen las infraestructuras y muchas veces no se trata de poner muchas más expediciones sino que haya unas infraestructuras que permitan prestar el servicio con agilidad, rapidez y en las mejores condiciones”.

Hay, además, otras líneas que vigilan muy de cerca para ver su evolución, “como la 685, que está con unos niveles de capacidad muy elevados. En el momento que esos niveles sobrepasen las cantidades que entendemos mínimas para mantener la calidad del servicio, procederemos a reforzarla. Eso puede ocurrir dentro de un mes, quince días o tres meses, está en función de lo que demandan los ciudadanos”, afirma.

El gerente del Consorcio no oculta que el enorme éxito de la tarifa plana en el Abono Joven ha sorprendido a los propios responsables regionales. A fecha del pasado 28 de octubre, en Torrelodones había ya 3.299 usuarios registrados, cuando hace un año no llegaban a los 2.000. En el conjunto de la Comunidad de Madrid son ya más de 966.000 usuarios, y se hacen de media unos 3.000 nuevos Abonos al día. “Estamos encantados y ahora el reto es tratar de estar a la altura para conseguir que el incremento de demanda no suponga una bajada de la calidad del servicio”. Señala que este importante aumento de la demanda está suponiendo “un periodo de apreturas” al Consorcio “porque adaptar los servicios a ese incremento de demanda es complicado, hay que actuar con cierta cautela”, explica, ya que luego quitar un servicio, “aunque esté sobredimensionado”, es complicado.

Una parte de los trabajos que se han hecho desde el Consorcio se basa en analizar el movimiento de viajeros dentro de los recorridos. “El SAE nos permite controlar todos los viajeros que se suben en una expedición, pero no dónde se bajan, y para tomar decisiones más adaptadas a la necesidad de los ciudadanos hay que saberlo y es en lo que se ha trabajado. Una línea no hay que tenerla en cuenta sólo de cabecera a final, sino los movimientos que se producen en las paradas”.

Los búhos

En la actualidad hay dos líneas que cubren el servicio nocturno a Torrelodones: la Línea N602 (Madrid - Torrelodones Pueblo - Collado Villalba), que opera la empresa Larrea; y la Línea N904 (Madrid - Torrelodones Colonia - Galapagar - Colmenarejo), que opera la empresa Julián de Castro.

Hay una demanda generalizada para que aumente el número de búhos y para que se solucione una situación surrealista derivada de las concesiones históricas de las líneas de autobuses: que los búhos que vienen de Madrid hacia La Colonia pasen por el Camino de Valladolid pero no puedan parar y dejar que los viajeros se bajen hasta el Minifútbol. Las protestas son continuas, dirigidas al Ayuntamiento e incluso a la propia empresa que opera la línea N904, nos explica su responsable, Julián de Castro, aunque no tenga culpa, ya que se limitan a hacer las paradas allí donde tienen autorización. “No paramos de recibir reclamaciones respecto a este tema”, explica. “Y no se arregla”. Son cuestiones que el usuario no entiende: que los autobuses tengan que pasar por vías en las que no pueden dar servicio.

“Es una cuestión compleja y que efectivamente entendemos que el usuario no entienda”, explica el gerente del Consorcio. “Hay unos títulos concesionales con una antigüedad determinada que establecen una serie de corredores para cada uno de los operadores, que no pueden ser superpuestos por otro operador. Esto está suponiendo que en determinados tramos un operador que está pasando por un corredor cuya concesión tiene otro operador no pueda parar a recoger o dejar viajeros”, explica de una situación que se repite en varios puntos de la Comunidad de Madrid con distintas concesiones y en la que, asegura, están trabajando. “Esperamos tener alguna respuesta pronto”.

Los usuarios del transporte urbano opinan

En las cuatro líneas urbanas de Torrelodones la hora punta de más afluencia de viajeros es a la entrada y salida de los colegios e Instituto. También es la hora de entrada a los trabajos, algo que se nota sobre todo en el trayecto hacia el Centro Comercial. Es en estos momentos cuando los autobuses urbanos de Torrelodones están en plena ocupación.

Los conductores nos comentan que han notado en poco tiempo el aumento de usuarios de este transporte. Los minibuses que utilizan tienen 25 asientos y pueden llevar 32 pasajeros de pie y 1 carrito bebé o silla para persona con discapacidad. Pero aún utilizan dos autobuses grandes para los trayectos y comentan que el giro en la plaza del Caño ha llegado a ser un conflicto. Si coincide en la plaza de aparcamiento más próxima a la esquina que haya un vehículo más largo o grande de lo habitual, el giro no puede hacerse, nos explican. En consecuencia han tenido atascos y desperfectos causados a vehículos particulares. Observan también que algunos bolardos colocados recientemente en la calle José Sánchez Rubio les impiden la correcta recogida de pasajeros. También las actuales obras, como las que se mantienen en Carlos Picabea, están produciendo más lentitud en el servicio.

Sobre la puntualidad, varios usuarios coinciden en señalar que a veces nos les ha quedado más remedio que irse caminando, porque les ha ocurrido que no llegara a pasar el autobús que esperaban. En cuanto a la frecuencia, la mayoría se queja especialmente de las frecuencias de los fines de semana y en una línea como la L2 hacia Los Robles, el hecho de que solo pase cada hora. Por ejemplo, María, una usuaria que viene diariamente desde El Escorial a trabajar a Los Robles en tren y nos explica que tiene que calcular el trayecto y la espera en la Estación, cabecera de línea, para acudir a trabajar.

Sobre las paradas, recientemente se puede observar que se han colocado bancos justo al lado de las paradas intermedias, pero algunos usuarios se lamentan de que esta mejora no sirve de nada cuando hay lluvia o frío.

Por otra parte, no todo el mundo conoce que existe una aplicación para móviles y tablets del Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid donde se puede consultar el tiempo de espera para los autobuses urbanos e interurbanos. Esta aplicación ha ido corrigiendo algunos fallos, que mencionan los viajeros, y han ido sumando líneas de buses de los municipios de la Sierra Noroeste. También usan algunos la página de la compañía de autobuses Julián de Castro, que ofrece un mapa interactivo donde se va mostrando el movimiento del bus en el recorrido seleccionado.

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