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Vivencias y convicciones de un villalbino
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Vivencias y convicciones de un villalbino

Por Lucía Oliveras
viernes 13 de diciembre de 2019, 09:59h
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El pasado mes de octubre, Aurelio de la Fuente de 85 años, encontró “calor humano” en la Biblioteca Miguel Hernández donde presentó su libro “Vivencias.. Convicciones...”. La intención de este villalbino era narrar para jóvenes y mayores los recuerdos de esta localidad y no dejar de reclamar ciertas responsabilidades a las administraciones públicas.

Aurelio nació en 1934 en el barrio de la Estación de Collado Villalba, pero pronto fueron evacuados -su madre tuvo que marchar con seis hijos y el mayor quedó con el padre- a Murcia y Cuenca. Su padre, Juan de la Fuente Martín, fue nombrado en 1936 primer secretario de la Agrupación Socialista de Collado Villalba y elegido alcalde en plena Guerra Civil. Luego estuvo en la cárcel por sus ideas políticas y enviado a trabajar en las Regiones Devastadas.

Hay un capítulo de su libro que siempre le conmueve: ‘Hijo, acércate, dame un beso’, en el que recuerda cuando su padre vino a morir a casa. Él era el hijo pequeño y tenía 14 años. Una de sus grandes convicciones es “asimilar lo bueno de todo y huir de lo que nos llevó a sufrir tanto en las vivencias anteriores”. Aprendió el oficio de electricista y con su madre y sus hermanos llevaron el negocio de una ferretería en Collado Villalba desde 1962 hasta su cierre en 1998.

En la jubilación

La historia de cómo surgió el libro es otro capítulo aparte. La perseverancia siempre ha acompañado a Aurelio, porque siempre ha reclamado lo que le parecía razonable. Ya jubilado y contando con el tiempo que permite llegar hasta el fondo de las cosas, se embarcó en una reclamación a la Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid, que tardó cuatro años en que admitieran sus alegaciones.

Tras conseguir su meta, se dirigió a una emisora local para contar su caso y evitar que “a nadie más le pasara lo mismo que a mi”. Con lo que no contaba era con que allí le ofrecieran ser cronista semanal de la Historia de Villalba. Así que aceptó y sus ‘batallitas’ saltaron a las ondas radiofónicas durante dos años hasta que decidió dedicarse a otros hobbies.

Al tener todo ese material de historia local ya escrito, consideró lanzarse a la autoedición de un libro, hoy disponible en papelerías del centro. Su ayudante en la edición, Esther Jiménez, explica que “se ha respetado su forma de escribir y expresarse” y resalta que “esta obra encierra un ejemplo de valentía para la gente mayor porque demuestra que se puede hacer posible lo que uno se propone”.

Aurelio está acostumbrado a los ‘piropos’ porque su estado físico y mental es envidiable a pesar de “algunas reparaciones”. Reconoce que cuando los de su edad hablan de achaques, “yo hablo de barcos”. Estos años de jubilación le han dado más fuerza, si cabe, para lanzarse a ser doblemente útil para él y para los demás.

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