La Fundación de Estudios Rurales acaba de conceder a Jesús Garzón el premio Orgullo Rural 2019 ya que le considera “paradigma del ecologismo sostenible y el mayor defensor de la Trashumancia en España en los últimos años”.
Garzón es un investigador cántabro-extremeño que trabaja desde hace más de 50 años en la conservación de la naturaleza a nivel nacional e internacional. Como naturalista ha transitado en los últimos 26 años con cientos de miles de ovejas, cabras y vacas a lo largo de 93.000 km de cañadas recuperadas comunicando dehesas del sur con los pastos de montaña.
El pasado 31 de mayo partió con el rebaño del Concejo de la Mesta en trashumancia por la Cañada Real Segoviana desde Villanueva del Pardillo hacia los Picos de Europa, donde pasarán el verano, y luego volverán a mediados de septiembre. Con un conjunto de 1.800 ovejas y 100 cabras atravesaron Colmenarejo, Alpedrete y Guadarrama y entre estos municipios se detuvieron en dos colegios. El día 5 de junio, día internacional del Medio Ambiente se despedían de la Comunidad de Madrid.
Una mirada del pasado para el futuro
Jesús Garzón comenzó a liderar el Proyecto 2001 en respuesta al llamamiento de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992. A través de la fundación de organizaciones conservacionistas -Concejo de la Mesta y Trashumancia y Naturaleza- comenzó a trabajar por la conservación de la enorme red de vías pecuarias en la península ibérica como corredores ecológicos vertebradores del territorio, fomentando la trashumancia y otras iniciativas que favorecieron la incorporación laboral de la población rural.
En 1994 consiguió un gran impacto mediático internacional con la entrada en Madrid de un enorme rebaño de ovejas merinas. Se trataba de la reivindicación de la memoria del Concejo de la Mesta -creado por Alfonso X el Sabio en 1273 reuniendo a todas las asociaciones de ganaderos- y la firma de la Concordia en Madrid, que fue un acuerdo de pago en 1418 por el derecho de paso del ganado que perduró cuatro siglos. Desde entonces se mantiene esta reivindicación que favoreció que se produjeran grandes avances, como la aprobación de la Ley de Vías Pecuarias en 1995 y el Real Decreto de 2017 declarando la Trashumancia como Patrimonio Cultural Inmaterial del Reino de España.
Hoy el Objetivo 2020 en el que trabaja Garzón es que haya un rebaño trashumante en cada una de las 10 cañadas reales de la red nacional y que las recorran en primavera y otoño. Con ello se seguirá defendiendo la Trashumancia como una apuesta ecológica -prevención de incendios y mantenimiento de la Biodiversidad-, una actividad generadora de empleo de calidad y también promotora de actividades educativas y culturales en las poblaciones del itinerario. Para ello, reclaman apoyo financiero para los ganaderos trashumantes y actuación efectiva frente a las usurpaciones y ocupaciones ilegales de las cañadas que siguen existiendo hoy en día.
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