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Gran éxito del transporte urbano JULIÁN DE CASTRO:

"Torrelodones tiene el mejor transporte de todos los ciudadanos de la Comunidad de Madrid"

"Torrelodones tiene el mejor transporte de todos los ciudadanos de la Comunidad de Madrid"

miércoles 23 de abril de 2014, 12:06h
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Al hacer balance de los éxitos reales -de esos que sí interesan de verdad a los ciudadanos- del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Torrelodones, es muy probable que el mayor sea haber conseguido una red de transporte público acorde con las exigencias de los habitantes de la zona, aunque el reto no era nada fácil. Julián de Castro, con una tradición familiar en la empresa del transporte de Torrelodones de 94 años, conocía de primera mano las necesidades de la zona como nadie. Él es un empresario al que le caracteriza la honradez con la calidad de sus servicios y el alto grado de compromiso que adquiere con los usuarios del transporte, a quienes considera auténticos "clientes", que merecen el mejor trato posible. Y los habitantes de Torrelodones han respondido con entusiasmo a la oferta del transporte urbano, con la empresa que él dirige.

¿Cómo surgió la idea de dar este servicio a Torrelodones?
La verdad es que cuando el alcalde actual llegó vio que el transporte tenía graves deficiencias y esas carencias eran muy complicadas de salvar tal y como estaba planteado el transporte de viajeros por autobús, porque el transporte urbano sencillamente no existía como tal. Hasta entonces se había suplido con dos líneas interurbanas que, a su paso por la zona, digamos que "hacían" las veces de transporte urbano, pero las carencias eran obvias.

¿Es verdad que el alcalde Galbeño le mandó llamar?
Sí, es verdad. Cuando llegó, me citó en una reunión de inmediato a las 7 de la tarde, lo que me resultó rarísimo porque a esa hora ya no trabaja nadie en la Administración. Allí estaba él y el concejal Antonio Lobo. Yo no los conocía. Cuando me senté, el alcalde me empezó a echar la bronca por lo que decía él que era mi "responsabilidad como empresa concesionaria de un servicio de transportes a los ciudadanos". Yo, en un principio no entendía nada, y le expliqué que el problema era que no cabía en la cabeza que Torrelodones no tuviera un transporte urbano propio, sin depender de una línea interurbana que pasaba por aquí. Además, Torrelodones nunca quiso entrar en el Consorcio de Transportes de la Comunidad Autónoma de Madrid, lo cual es muy respetable, pero traía sus problemas si a la vez no suples esas carencias con otros recursos propios.

¿Y ahí fue cuando se convenció de la manera de resolver el problema?
No, ahí fue cuando se puso manos a la obra para estudiar la posibilidad, que financieramente era viable. Lo que hizo fue empezar sacando a concurso las once rutas de transporte escolar, con un presupuesto de 200 millones de pesetas para transporte y un período de dos años. Se presentaron tres empresas más y nosotros ganamos la concesión.

Torrelodones también estrenó concurso público para el transporte… y dicen que Galbeño aprieta las clavijas a la hora de las condiciones…
Sí, eso es verdad. Antes se daba a dedo y desde que está este alcalde se hace por concurso. El caso es que aquella oferta la ganamos nosotros y gustó nuestro servicio por cómo lo hacíamos. Después se abordó el transporte urbano y también ganamos la convocatoria, con una competencia entre empresas muy dura, pero buena para los usuarios. Comenzamos en julio de 2005 y transportábamos 10.500 viajeros al mes. Ahora, antes de cumplir dos años, estamos en 45.000 pasajeros al mes.

Y ese número de viajeros ha desbordado toda previsión…
Así es. Se pensó en un servicio de transporte de futuro, pero se ha quedado corto enseguida y a primeros de mayo vamos a remodelar todo para mejorar. Antes hacíamos 360.000 kms/año y ahora hemos llegado a los 600.000. Ahora tenemos cuatro líneas y vamos a crear la quinta y desdoblar la 3 y la 4, mientras que la 1 y la 2 siguen con el mismo itinerario pero con más frecuencia. Vamos a dedicar otros nueve trabajadores para Torrelodones y a poner siete vehículos más, que ya tenemos listos. Estos autobuses son de un largo especial, de 10 metros y medio, ideales para nuestra ciudad y su entorno. Son Mercedes-Benz, lo mejor que hay en el mercado. Podíamos haber comprado otros muy buenos y que hubieran sido más económicos, pero hemos querido dar lo máximo. El nivel de confort es sobresaliente, ideal para la orografia de nuestro entorno; el consumo es bajo y garantiza al máximo el respeto al medioambiente; son de piso bajo con un sistema de inclinación lateral en las paradas, que garantiza el fácil acceso a personas con movilidad reducida. No hemos regateado ni un solo céntimo ni un solo esfuerzo. Queremos el mejor servicio a los ciudadanos.

Esto ha venido a demostrar que la idea de que a los habitantes de Torrelodones no les gustaba el autobús no era muy acertada…
Lo que pasa es que hay que dar el servicio de calidad y eficacia que se exige. Le voy a contar algo: hace unos días, un ingeniero del Consorcio de Transportes me decía que les había creado un "problema" porque ahora llega cualquier alcalde de la zona y les dice que quiere para su pueblo un transporte urbano "como el de Torrelodones". Ellos dicen que hay un antes y un después de esta experiencia porque Torrelodones tiene el mejor transporte de todos los ciudadanos de la Comunidad de Madrid. Y están tan sorprendidos por la demanda que ya dicen que ésta es "una ciudad con cultura de transporte público". Imagínese lo lejos que está de eso que decían algunos…

¿Ha sido importante que usted conociera la zona desde niño para saber qué tipo de transporte hacía falta?
Totalmente. Por ejemplo, yo sé desde que era un crío que en El Gasco no cabe un autobús. Esta orografía es muy complicada y, además, estamos dispersos entre el pueblo, la colonia, y lugares escondidos y alejados de núcleos de población, a los que también hay que darles servicio. Ahora, el autobús llega hasta la puerta de estas casas, muchas de ellas estaban infravaloradas por no tener transporte. La vivienda sube un 15 por ciento en cuanto tiene cerca una parada de autobús.

A sus 50 años, Julián de Castro es considerado entre los propios empresarios de autobús de España, agrupados en la Federación Nacional de Empresarios de Transporte de Autobús -FENEBUS- como un hombre poco común por su manera cercana de llevar su empresa, fortaleciendo y entremezclando lazos afectivos y laborales con sus empleados, que se convierten en sus colaboradores incondicionales, y él sabe reconocerlo.
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