“Jóvenes Movidos por Jesucristo”

Este año le tocó a Madrid recibir al Papa y a sus seguidores en la semana del 16 al 21 de Agosto.

Torrelodones se puso en marcha y engranó un mecanismo de cooperación liderado por voluntarios, veintisiete en el pueblo, con D. Enrique Pérez al mando, encargados de conseguir todo lo necesario; no solo para los jóvenes residentes de Torrelodones que pagaron 77 € por participar en el evento, sino también para sus aproximadamente 1300 peregrinos de diez nacionalidades distintas que, según los servicios solicitados, pagaban una tasa de participación u otra. Y es que a la JMJ no se le escapó detalle alguno. Ya desde su organización se estableció una clasificación de países que distribuía al mundo en tres, en función del poder adquisitivo del país de residencia. Así, los países con mayores recursos pagarían más que el resto. La justificación: fondos de solidaridad.

Todo estuvo a punto y al servicio de los peregrinos que escogieron Torrelodones para acompañar al Papa contaron con lugares de descanso como el polideportivo, el instituto, el colegio público Nuestra Señora de Lourdes, el Peñalar, San Ignacio… Y casas de familias que se ofrecieron a albergar desde uno a siete peregrinos. Café, zumo y bollo para desayunar; tickets de comida para el "menú del peregrino", acordados previamente por los establecimientos hosteleros valor de 6,5 euros; y una mochila equipada a conciencia para la aventura, con la acreditación, seguro de accidente, entrada al Festival de la Juventud con acceso prioritario a los actos centrales, abono transporte para siete días, el libro del peregrino, el Evangelio según San Mateo, planos transporte, el ‘YouCat’, una agenda cultural y litúrgica de la JMJ 2011 escrita en todos los idiomas con las zonas y horarios en los tenían lugar las distintas actividades, camisetas, una gorra, un abanico de la JMJ y un regalo de diseño y sin alcohol de uno de sus patrocinadores: Mahou Laiker.

¿Las sensaciones vividas y opiniones torresanas tras la JMJ? "Considero muy positivo que Madrid sea la sede y Torrelodones un pueblo de acogida. Sobre todo para el turismo y como elemento de apoyo a la pequeña empresa hostelera. El peregrino durante su estancia come, consume, compra souvenirs, visita museos… Además siempre se puede aprender algo de la relación con otras nacionalidades.", por Sergio Orozco. "Los días previos a la JMJ ayudé en lo que pude, colgué carteles de la JMJ por restaurantes y tiendas de Torrelodones, ayudé con la tienda que puso la parroquia de la JMJ, preparé mochilas para los peregrinos... En cuanto a la experiencia, ¡Fue toda una aventura, difícil de olvidar! A pesar del calor que hemos pasado lo hemos disfrutado al cien por cien. En Madrid se notaba toda la juventud de todos los países, todo el mundo cantaba y bailaba y nos hemos dado cuenta de que la juventud cristiana viene pisando fuerte. La verdad es que ha sido increíble y lo hemos disfrutado muchísimo". Chelo Liberal Gutiérrez, 18 años.

HM