En el 2017 la Organización Mundial de la Salud publicó un paquete de medidas técnicas sobre seguridad vial para reducir significativamente el número de muertes y lesiones por accidentes de tráfico, así como garantizar que las víctimas sean rescatadas y que reciban una atención traumatológica adecuada.
Estos accidentes ocupan el noveno lugar entre las principales causas de muerte a nivel mundial, y la primera para jóvenes entre 15 y 29 años. Suponen una pérdida de 1,2 millones de vidas y causan traumatismos cada año a cerca de 50 millones de personas en el mundo.
Esta realidad, insoportablemente ‘cotidiana’, también se contempla como predecible y evitable. Por ello las políticas de seguridad vial se refuerzan desde la comunidad internacional para los gobiernos nacionales. Desde Naciones Unidas se aplicó un Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial hasta el 2020. Actualmente la agenda 2030 ha incluido entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible dos para reducir a la mitad las muertes y lesiones con sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos.
Es en este contexto en el que se enmarca el simulacro de accidente de tráfico que se celebró el pasado 5 de marzo en el parking del Polideportivo municipal, con la colaboración de los servicios de emergencia del municipio: Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil.
Así mismo, participaron los escolares del colegio Los Ángeles como público y también en el papel de víctimas en el simulacro. Con ello se quiso dar a conocer el innovador sistema de seguridad llamado E-Rescue implementado en un autobús de la empresa Sierrabus que opera en la zona Noroeste con rutas escolares, deportivas y de ocio.
E-Rescue, invento pionero en el mundo
Sergio de Rico Herrero, director general de la empresa Innovation&Safety S.L y el que ha patentado el sistema E-Rescue, trabajó durante tres años como técnico de emergencias en las UVI móviles del 112 y esta idea la plasmó en su proyecto de fin de carrera como ingeniero.
“Han sido más de 16 años trabajando en este proyecto hasta que se ha convertido en una empresa real con la tecnología y la capacidad de fabricación e instalación”. Cuenta con la patente en la Unión Europea, EEUU, Mexico, Brasil, China y Japón y con la certificación AENOR. Está avalado por la Dirección General de Tráfico, el SUMMA 112, la Asociación de Profesionales de la Automoción y el SAMMUR entre otros.
Explica que “ha sido complicadísimo y a nivel familiar lo hemos invertido todo, pero hemos conseguido la financiación europea y la de un inversor privado que ha creído en nosotros”. El sistema se presentó por primera vez en 2017 y consiguió superar los exigentes requisitos para entrar en la iniciativa comunitaria Horizonte 2020 de Investigación e Innovación.
E-Rescue ya está instalado en 15 autobuses en toda España y otros quince que lo tendrán este año. También están preparando un tour europeo para participar en ferias y presentar “el autobús más seguro del mundo”. Su sede de fabricación está ubicada en el municipio de Guadarrama, están empleados 10 trabajadores y esperan aumentar la contratación.
Asientos salvavidas
El inventor de E-Rescue explica que no se trata de construir nuevos autobuses, ni cambiar de asientos sino sumar nuevos componentes. Instalando un anclaje entre la butaca original y el bastidor permite soltar el asiento de su base con facilidad.
También se incorpora un compartimento bajo el asiento como en los aviones donde se dispone de un pack de seguridad con un collarín y arneses. “Los asientos se convierten en camillas que se desalojan con rapidez y permite que los heridos queden inmediatamente inmovilizados para evitar lesiones medulares o de otro tipo”.
Sergio conoce bien las circunstancias y las consecuencias de los accidentes de tráfico y explica que “en un autobús con 55 pasajeros se tarda más de dos horas para desalojar a todos. En el interior es difícil trabajar, son muchas personas y no hay material para todos. Con E-Rescue lo conseguimos en 30 minutos antes de la llamada “hora de oro para llegar al Hospital” y conseguir reducir las muertes y la gravedad de las heridas”.
De esta forma el rescate cambia por completo y Sergio explica que no son medidas ni activas de prevención ni pasivas que protegen durante el accidente, sino de seguridad post accidente que facilitan las labores de rescate.
“Igual que en los barcos hay botes de salvamento, en los edificios mangueras para los bomberos o en los aviones chalecos salvavidas, en los vehículos terrestres es la primera vez que se está pensando en el éxito del rescate”. Esta empresa está trabajando para aplicarlo también en el asiento del conductor y acompañante aunque tenga más complejidad, así como en los vehículos privados.
Con la demostración en Torrelodones junto a la empresa Sierrabus han dejado patente que este sistema lo adquieren los transportistas y por ello subrayan que “se necesitan ayudas para esta inversión o que las administraciones premien a las compañías que deciden instalarlo, así mismo que los viajeros apuesten por la máxima seguridad”.
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