Historia de Las Rozas: el Puente del Retamar

En los años 50 los roceños estaban deseando que llegara el verano para ir a disfrutar de un día festivo en las aguas del río Guadarrama. Cristalino y perfectamente limpio fluía el cauce de su corriente a su paso por la localidad, en la zona del Puente del Retamar. Hasta allí, andando, en moto, en carro, o en camión se acercaban en fechas señaladas y algún domingo para comer paella o cocido. Todos compartían divertidas jornadas, de las que algunos, como María Isabel Bravo, guardan recuerdos como el día en el que una vaca se comió la ropa de algún bañista.

Desde el siglo XVIII este emplazamiento, que hoy cuenta con un área recreativa, está presidido por un majestuoso puente de granito, en muy buen estado de conservación. Al parecer, los orígenes de Las Rozas pudieron tener lugar en esta zona. En este sentido, el historiador, Javier Calvo, experto en Las Rozas, señala que en el entorno de Puente del Retamar pudo existir un “pequeño asentamiento” entre los siglos VI y VIII, al haber “referencias arqueológicas” que podrían avalarlo.

El puente está en pleno Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama, entre los términos de Galapagar y Las Rozas. El acceso se realiza desde el kilómetro 7,5 de la carretera M-505. La estructura está incluida dentro el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Las Rozas. Según figura en este documento, se trata de un “elemento destacado” tanto por sus “dimensiones como por su belleza y buena construcción” en el histórico Camino Real de Madrid a El Escorial y San Lorenzo por Las Rozas y Galapagar. “Consta de siete arcos de medio punto, bastante esbeltos, no obstante su aparente pesadez, quedan éstos separados por seis tamajares”, recoge el Ayuntamiento.

Sigue siendo un destino agradable este espacio, que cuenta con merenderos y que está incluido en distintas rutas que atraviesan el término municipal. Varias de estas propuestas proponen senderos como el LR-6, entre el Embalse del Molino y el Puente. Se plantea desde la web del Ayuntamiento de Las Rozas como salida la presa, construida en el año 1974. Desde allí parte un camino en dirección sur, aguas abajo, bordeando la urbanización, el camino desciende y hace una curva, yendo a cruzar el arroyo de La Torre, justo antes de dar agua al Guadarrama. Se explica que el camino hace una revuelta que puede atajarse a través de un repecho. Posteriormente es pasa por debajo de la carretera de El Escorial, y se cruza un puente justo en la desembocadura del arroyo del Lazarejo al río Guadarrama.