Desde 2012 está paralizada la obra de construcción de la Casa del Actor. Se trata de un proyecto que nació en el año 1997 con la donación de una parcela por parte del Ayuntamiento de Las Rozas, para que los actores contaran con una residencia en la que poder vivir tras jubilarse.
Muchos rostros conocidos, como Antonio Banderas, que viajó hasta el terreno cedido en Las Rozas, han apoyado la construcción del edificio, que se encuentra en la zona de Punta Galea. El coste total del proyecto está estimado en 13 millones de euros. Además de las plazas de residencia, el inmueble contaría con un teatro.
El secretario del Patronato de la Fundación Casa del Actor y abogado de la misma, Rubén Montoya, achaca la situación a la falta de financiación, de la que hasta el momento, entre otras entidades, se hacían cargo instituciones públicas. Así, ha explicado que el Ministerio de Cultura aportó fondos entre 1999 y 2012 y que la Comunidad de Madrid colaboró durante cuatro años. “Necesitamos un subidón de financiación, pero con este parón y el esqueleto deteriorándose con el paso del tiempo y los actos vandálicos, lo vemos complicado”, ha añadido.
Por ello, ha indicado que en febrero de este año la presidenta de la Fundación, Beatriz Carvajal, remitió una carta al ministro de Educación, Cultura y Deporte, además de a los responsables de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de Las Rozas, pidiendo una solución. “Acompañamos al escrito una memoria para que vieran todo el desarrollo que ha tenido la Fundación y el abandono al que nos han sometido las administraciones, que nos cortaron el grifo hace cinco años y que nos tienen con aquello como está”, ha puntualizado Montoya.
Así, ha explicado que los trabajos comenzaron en el año 2008, pero que pese a que la estructura está vallada, los vándalos han accedido al interior del perímetro y además de realizar pintadas en el edificio y botellones, han deteriorado la fachada rompiendo parte de la misma. A ello se suma, la decadencia natural ocasionada por el paso del tiempo. “Corremos un riesgo gravísimo. Los vándalos rompen sistemáticamente la valla, y tenemos que estar permanentemente arreglándola, lo que cuesta un dineral. Todo eso lo hemos puesto en conocimiento de las tres administraciones”, ha puntualizado.
Montoya asegura que pese a que organizan subastas, cenas, exposiciones, obras de teatro y reciben donaciones de compañeros “no es suficiente” para poder financiar la continuidad de los trabajos de construcción, para los que el Ayuntamiento de Las Rozas, en el año 2010, aprobó dejar sin efecto la fecha límite de cinco años para que concluyeran las obras.
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