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José Miguel Ortega Calvo, Juez de Paz de Torrelodones

“Los Jueces de Paz somos los veladores de la Historia de un pueblo”
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“Los Jueces de Paz somos los veladores de la Historia de un pueblo”

domingo 29 de enero de 2017, 19:41h
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Jose Miguel Ortega Calvo es desde el pasado 1 de septiembre el nuevo Juez de Paz de Torrelodones. Decidió optar a este cargo para prestar un servicio altruista al pueblo donde vive desde hace 30 años y también en memoria de su padre, que fue Juez de Paz en Burgos. Los Jueces de Paz representan a la justicia ‘legal’, sinnconocimientos de la materia legal,pero basada en la ética y el sentido común

¿Por qué decidiste presentarte a Juez de Paz en Torrelodones?

Soy licenciado en Derecho y me gusta todo lo relacionado. He sido jefe de Personal en Radio Nacional de España durante trece años y en 2006 me incluí voluntariamente en el ERE que estábamos haciendo. Tras varios años sin actividad se presentó esta ocasión, se anunció la plaza vacante para Juez de Paz en el municipio. Pensé que era el momento de prestar un servicio a mi pueblo. Mi padre fue Juez de Paz en Villadiego, durante sus últimos 20 años, era el ‘hombre bueno’ que arreglaba conflictos domésticos y se empeñaba en algo muy importante, que es la reconciliación en especial en los pueblos pequeños.

¿Cómo fue tu elección?

Fui elegido por el Pleno entre varios candidatos y nombrado por la Sala de Juntas del Tribunal Superior de Madrid. Yo dependo del Juez de Primera instancia de Collado Villalba. Supongo que me eligieron porque llevo a mis espaldas muchas negociaciones. Mi carácter es diplomático y lo que más me satisface es llegar a acuerdos. Mi dedicación es voluntaria, sólo hay una retribución simbólica anual -algo más de 4.000 euros- por tener una población de más de 15.000 habitantes. El cargo es por cuatro años renovables.

¿Cuáles son tus tareas y funciones?

Administramos en cierta medida la Justicia municipal, como delegación de alguna de las funciones que ejercían antes los alcaldes. Somos los responsables del Registro Civil y de los libros de nacimientos, matrimonio y defunciones, que son los libros de la historia de un municipio. También expedimos certificados. Desde la última reforma del Código Civil nos han reducido las competencias y solo intervenimos en conflictos civiles donde el coste no sea superior a 90 euros. Nosotros hacemos bodas civiles gratuitas de lunes a viernes y damos autorizaciones de sepultura a cada fallecimiento en el municipio. Tengo un horario de mañana y estoy de guardia los fines de semana por las defunciones. Tengo un Juez sustituto pero lo uso puntualmente. En los cuatro meses que llevo en el cargo, hemos oficiado más de una veintena de bodas.

¿Por qué crees que es importante este cargo?

Somos un órgano judicial que presta un servicio público esencial al municipio. Quitamos trabajo a los Juzgados y damos un servicio cercano, rápido y gratuito a la ciudadanía. Solo los municipios que no tienen jueces de carrera o Juzgados tienen Juez o Jueza de Paz. También somos los veladores de la Historia del pueblo. Existe la intención de privatizar el Registro Civil y de eliminar a los Jueces de Paz. Es una ley que ha quedado hibernando y que presentó el ministro Alberto Ruíz-Gallardón. Nos daremos cuenta de lo que tenemos cuando nos lo quiten.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido de este trabajo?

Me ha llamado la atención que tenga que estar de guardia todos los fines de semana y quedarme localizado en Torrelodones. Y también me he emocionado con los sentimientos sinceros de algunas personas que vienen a casarse dentro de la sencillez de las bodas en nuestra sala de visitas. Yo me pongo la toga, me acompaña la letrada y hay libertad para que se expresen como quieran.

¿Cómo se presenta el futuro de los Jueces de Paz?

En los pueblos aún se llevan los libros a mano, no está automatizado. Todos los documentos están en el Archivo Municipal y ya se están empezando a escanear. Esto de alguna manera está cambiando, la tendencia general es a informatizar y a centralizar para quitar volumen de trabajo y reducir gastos. Mantener los Juzgados de Paz en los municipios es dar calidad de vida a los ciudadanos. Confío en que sigan siendo públicos ante las amenazas de traspasar parte de estas funciones a los Registros Mercantiles. Si los vecinos quieren conocernos de cerca estaremos encantados de recibirlos y explicarles cuáles son las labores que les prestamos.

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