28 de marzo de 2024, 15:50:42
Las Rozas


Entrevista a Manuel López, Comisario de la Policía Local de Las Rozas



La Policía Local es una especie de médico de cabecera”

Manuel López, comisario de la Policía Local de Las Rozas, lleva al frente de este organismo desde 2008. A sus 54 años ha sido policía local en Fuenlabrada y en Madrid, además de director general de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid. Con casi toda su familia dedicada al funcionariado en la Policía, se confiesa un gran admirador de Joaquín Sabina, afición que no supera sin embargo su “mayor debilidad”, que son sus hijos. Sus hobbys son escribir, los amigos, el Real Madrid y viajar. Ha publicado además el libro titulado ‘Policía y seguridad pública’y habitualmente colabora redactando artículos sobre esta materia.

Para prestar el servicio de seguridad, ¿qué caracteriza a Las Rozas?

Las Rozas es un municipio singular. Tiene un alto grado de bienestar y no soporta los problemas sociales y convivenciales que se dan en otros lugares. Tiene una gran actividad social, económico, cultural y comercial y demanda una atención especial. Es tranquilo y seguro, no lo digo yo, lo dicen las estadísticas, y tenemos que trabajar para que eso siga siendo así.

Teniendo en cuenta la situación, desde que accedió al cargo ¿qué medidas ha puesto en marcha?

Partíamos de una buena situación, donde los gestores que nos habían precedido habían puesto a la Policía Local en buena dirección para afrontar los nuevos retos y desafíos. Sobre todo, nos pusimos a trabajar sobre una policía comunitaria y de cercanía, apostando por una institución de servicio público transparente, donde lo prioritario era dar buen servicio al ciudadano. Creamos un modelo de gestión abierto y compartido. Unificamos manuales de procedimiento. Trabajamos sobre registros y explotación de datos dando valor añadido a las nuevas tecnologías y buscamos alianzas internas y externas, intentando imbuir a todo el colectivo que lo importante aquí es dar al ciudadano el mejor servicio día a día.

En la actualidad, ¿cuáles son los retos que se ha marcado?

Transportar a la Policía a las nuevas tecnologías de Seguridad. Estamos trabajando en sistemas de videovigilancia, movilidad, comunicación, sistemas técnicos de pacificación del tráfico y tecnologías de la información. Buscamos también más vías de interacción con los ciudadanos, nuevos vehículos y medios más eficientes.

¿Cuántos agentes y de qué medios disponen?

Contamos con 148 agentes de servicio y una flota de 45 vehículos. Me gustaría resaltar no obstante que sufrimos déficit de agentes femeninos, ya que solo hay 7 mujeres. Abarcamos todos los sectores del servicio policial: seguridad, tráfico, seguridad vial, policía administrativa, medioambiente, agentes tutores, violencia género, oficina de atención ciudadana y unidad canina, con dos perros especializados en la detección de sustancias estupefacientes. Recibimos una media de 45.000 llamadas anuales, de las que cerca de 10.000 generan el envío inmediato de dotación policial. Realizamos más de 200.000 horas de servicio efectivo de patrulla y 700.000 kilómetros de patrullaje. El año pasado lo cerramos con 42.000 intervenciones de todo tipo. Cada vez, como en cualquier trabajo o servicio público si eres eficiente y das respuesta adecuada, vas a tener más trabajo. Te van a llamar más, porque has sido proveedor eficaz. La Policía Local es en esta aldea global, que es el mundo del siglo XXI, una especie de médico de cabecera, de ambulatorio cívico, que atiende aquellos primeros síntomas y achaques sociales que atentan contra la convivencia, la paz y el bienestar social, siendo capaz de ofrecer la primera respuesta cercana y a veces familiar que muchas veces va más allá de lo que vulgarmente se entiende como función pública.

Hace especial hincapié en el valor de la educación para prevenir en seguridad...

Llevamos 27 años trabajando en seguridad vial y con agentes tutores en colegios e institutos, que dan charlas sobre redes sociales y consumo de sustancias. Tenemos un amplio rango de chicos entre los 13 y los 18 años y el camino que les marquemos y encaucemos les ayudará, aunque para educarles están los padres. Pero podemos hacer mucho y tenemos que hacerlo porque todo lo que invirtamos en educación y en formación mañana lo evitaremos en policía y en seguridad. Respecto a la educación vial, cada año pasan por las clases cerca de 4.000 alumnos, lo que multiplicado por 27 años, podría hacernos pensar que más de la mitad de los ciudadanos de Las Rozas ha recibido esta formación, que seguro que para algo les habrá servido.

Tras la denuncia presentada por un menor por un presunto intento de secuestro, ¿se ha reforzado la seguridad en el entorno escolar?

Cuando hay una situación como la que se ha dado, hacemos especial hincapié. Llevamos 7 años cubriendo todo lo que podemos, casi la totalidad de centros educativos tanto en la salida como en la entrada. En el curso anterior prestamos servicio a 6.700 puntos.

Recientemente ha entrado en vigor la Ley de Coordinación de la Policía Local.

Sí, es un texto legal muy esperado. En mi humilde opinión, supone avances importantes como la exigencia de titulación para los accesos y ascensos, la unificación de uniformidades y equipamientos, el establecimiento de registros oficiales, el Centro de Formación Integral de Segu­ridad... pero esperaba más en aspectos como una tipificación funcional más extensa, mayor autonomía municipal, mejor facilitación en la colaboración entre policías locales y entre ayuntamientos, la posibilidad de unificar algunos servicios, la gestión directa de algunas autorizaciones, mayor soporte jurídico operacional...

¿Qué anécdotas guarda de su trabajo?

Este invierno detuvimos a unos presuntos delincuentes cuando intentaban entrar a una vivienda. Uno de ellos no encontró otro sitio mejor que esconderse en la piscina, que estaba llena de agua, y debido a la baja temperatura del agua sufrió hipotermia. Tuvo que ser ingresado en el Hospital. Por otra parte, un verano, un vecino que no tenía buena relación con el de al lado se fue de vacaciones y le dejó pegada a la pared la radio puesta a todo volumen. Se ha dado también el caso de otro roceño que llamó porque le había entrado un virus en el ordenador y le pedían dinero como rescate y lo conseguimos solucionar desde aquí. Algún fin de semana también nos contactan para preguntar si algún restaurante tiene menú... Son cuestiones que no son policiales, pero al final somos el cajón de sastre al que debe acudir el ciudadano. Muchas veces no le podemos dar una respuesta, pero lo que es innegociable es que debemos escuchar a todo el mundo y buscar vía de solución a sus problemas o situaciones. Cuando nos llaman al servicio, aunque no sean temas policiales, eso demuestra que confían en nosotros, y eso hay que ganárselo al día a día.

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