Joaquín Vila ha vuelto, a sus 37 años, a “sus raíces” para reconstruir la historia de Hoyo de Manzanares. Es el ilustrador de los paneles explicativos del yacimiento arqueológico de la Cabilda, inaugurado en noviembre de 2016. Además, otro de los encargos del Ayuntamiento fue un mural para el yacimiento que se inauguró en el mes de mayo, y que estuvo pintando durante dos semanas mientras se realizaban los trabajos de excavación. El resultado es una auténtica ventana al pasado que nos muestra la vida en esta aldea visigoda.
Este artista inquieto ha ido y ha vuelto con diversos proyectos dentro y fuera de España. “Me fui de aquí para formarme, para buscar gente afín, y luego volví al punto de origen con otra energía y aportando”. Su línea de trabajo se mueve por el Arte Rural, uniendo sus dos pasiones, el dibujo y el entorno natural, para rescatar la sabiduría y la identidad de los pueblos.
Entre la ciudad y el campo
Sus bisabuelos maternos ya estuvieron en Hoyo, sus padres se conocieron en el pueblo y con 15 años ‘Juako’ vivió en el municipio. Reconoce que le costó estudiar lo que no le motivaba -repitió varios cursos de la enseñanza obligatoria- pero el dibujo se le daba muy bien y finalmente estudió Bellas Artes.
Por su experiencia considera que es necesario tener la oportunidad de encontrar la vocación temprana. Es por ésto que impartirá dos talleres, cuando se termine el nuevo Centro de Juventud: uno de introducción a la ilustración y sus salidas laborales y otro sobre ilustración arqueológica, en colaboración con el equipo del yacimiento.
También tiene una estrecha relación con el Aula Apícola de Hoyo, para la que hizo el montaje y diseño de su museo y con la que repetirá el taller de ilustración botánica que hace junto con unos expertos.
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